Nicolás Russo y el proyecto que se viene. En charla con LA CAPITAL el importante dirigente, también de la AFA y de la política de su ciudad, brindó detalles sobre las etapas de transición que se vienen y hasta deslizó su posible futuro en 2019.
por Vito Amalfitano
@vitomundial
Presidente de un club modelo, articulador de la institucionalización de la AFA, titular del bloque del Frente Renovador de Lanús…. Nicolás Russo disfruta siempre de Mar del Plata para “cargar” las pilas para sus múltiples actividades y con objetivos bien diferentes por delante. En larga charla con LA CAPITAL, en la cuál cerró definitivamente el tema “Pepe” Sand, habló de la transición en Lanús. de la Superliga, de las brechas con River y Boca y del Mundial, se animó también a deslizar hacia dónde puede apuntar en 2019.
-La última vez que nos encontramos nos referimos al broche que le faltaba a Lanús como club modelo en Argentina. El reconocimiento internacional. Y eso llegó con la final de la Libertadores, más allá de la frustración de perderla…
-Quedamos muy satisfechos porque el club sigue creciendo, porque es un proyecto de muchos años el que llevamos adelante y Lanús sigue siendo protagonista. Nos faltaba, como vos decís, una actuación importante en la Copa Libertadores, el objetivo primario nuestro era llegar a semifinales. Por suerte pudimos pasar a San Lorenzo y llegar a esa instancia, pasar a River y llegar a la final y después nos tocó Gremio y fueron superiores. Un golpe muy duro pero nos quedó un balance soñado para Lanús. Cuatro mil hinchas viajaron a Brasil. Fue muy satisfactorio ver un estadio con más de 40.000 personas que hicieron una fiesta inolvidable y que despidió con una ovación al equipo. La ciudad de Lanús trascendió las fronteras de América. Tuvimos entrevistas de Inglaterra, de Francia, de Holanda. Lanús llegó al mundo. Pero esperemos pronto volver a jugar una final de Libertadores.
-¿Ahora viene un tiempo de transición en Lanús?
-Sí, pero esto es normal en Lanús. Son etapas que pasan. Esta es de transición, pero este es un plantel que se lo sostuvo mucho tiempo, con jugadores grandes, sueldos importantes, ahora hay que darle lugar a unos jóvenes que vienen empujando.
-Entre el final de 2017 y el inicio de 2018 se dio un episodio presumiblemente triste para usted, por las palabras de “Pepe” Sand después de su salida…
-Sand es un ídolo de Lanús, le faltaban 13 goles para ser el goleador histórico del club, tenía contrato hasta junio. Le surgió una muy buena propuesta de Colombia y, honestamente, lo que debió haber dicho es la verdad: “Miren, tengo una buena propuesta de Colombia, y si Lanús no pueden igualarla, me voy”. Nosotros siempre hemos cumplido con él, él cumplió con Lanús. Cada vez que no puede venir o que se tiene que ir de Lanús, siempre se enoja. Fue igual en 2012. Cuando Lanús no compró su ficha porque la consideramos muy elevada. Y en ese momento había hecho incluso peores declaraciones que estas. Y nosotros no nos enojamos, ni guardamos rencor. Fue a Racing, no anduvo. Fue a Tigre, no anduvo. Fue Argentinos Juniors, no anduvo. Fue a Boca Unidos de Corrientes, no anduvo. Llegó a Aldosivi y sí andubo bien. Le tocó volver al club. Lo primero que hicimos cuando contratamos a Almirón como técnico fue decirle: “hay que contratar a Pepe Sand”. Y Almirón no lo había pedido eh. Los dirigentes le dijimos que había que traerlo. Y lo trajimos de vuelta pese a aquellas viejas declaraciones. Y ahora pasa lo mismo. Ojalá la rompa en Colombia, tiene contrato por un año. Y si después quiere volver tiene las puertas abiertas.
-¿Igualar la oferta del exterior significaba contradecir este proyecto más austero de transición? ¿O daba para un esfuerzo más por el ídolo?
-Pero eran cifras con las que no se podía competir. Lo que digo yo es que en la vida hay que decir la verdad de las cosas. Ramón Cabrero era el coordinador de las inferiores de Lanús, y me dijo “Nicola, me hicieron una propuesta de Nacional de Medellín, que es la última guita grande que puedo ganar en el fútbol”. Le contesté: “Ramón, andá tranquilo a dirigir un año y después volvés, acá tenés tu lugar”. En la vida hay que hablar con la verdad, no hay que ser falso.
-Desde afuera se le atribuye a la Superliga que se haya agudizado la brecha entre Boca y River y los demás. ¿Es así?
-Es culpa del sistema. No de la Superliga en sí. El dinero de la televisión se distribuye de una manera más o menos equitativa. Diez pesos más, diez pesos menos. Los clubes estamos cobrando en proporción a lo que merecemos. Pasa que además Boca y River tienen una cantidad de socios impresionantes y enormes ingresos por publicidad estática y marketing. Boca tiene 80.000 dólares en espera, que ni siquiera pueden entrar a la cancha, que generan cero gasto. Imaginense eso. Pero además está la estática, merchandising, indumentaria. En algunos casos estamos 20 a 1, 15 a 1, 14 a 1, en proporción de poderío económico. La Superliga, en cambio, tiene una idea de socializar el fútbol. La posibilidad de negociar en conjunto. Si hoy Boca cobra 10 en estática y Lanús 1, por ahí podemos llegar a que Boca cobre 15 y Lanús 8.
-Hace exactamente un año hablabamos de una AFA en crisis, de un posible cierre de los clubes, a partir de una crisis provocada por el gobierno nacional… ¿El panorama cambió diametralmente? ¿Estamos más tranquilos con el fútbol?
-Sí, la AFA está más organizada, los clubes ordenaron sus cuentas corrientes y quedan pocos por acomodarse. Con una buena administración de AFA se están equilibrando los números. Se creó la Superliga, que incluye a todos los clubes de primera. Y hay una interrrelación que hay que afinar día a día. Pero hay un proyecto futbolístico integral en marcha, con juveniles y con la Selección mayor, que es lo que estaba necesitando el fútbol argentino, sumando el fútbol femenino y otras actividades que AFA tenía descuidadas.
-Se dice que el gobierno va también por los clubes e irá nuevamente por el proyecto de sociedades anónimas. ¿Teme por eso?
-En Lanús estamos tranquilos, porque sabemos que desde lo ideológico estamos totalmente parados en contra de eso. Lanús no apoyará eso. Yo por lo que palpo entre la dirigencia del fútbol argentino tampoco veo que prospere en el resto de los clubes. Ahora, si después surge una ley que las habilite, quedense tranquilos que Lanús nunca será una Sociedad Anónima, eso va en contra de la filosofía por la cuál las instituciones fueron creadas. El peligro está para otros clubes, cuando las cuentas no les cierran. Fijate que Lanús tiene casi 700 empleados, con un proyecto educativo con casi 1700 alumnos en el club, casi 30 disciplinas deportivas. Hoy la situación económica es muy dura en el país y lo primero que la gente deja de pagar es el esparcimiento. Se nos ha caido mucho en este último tiempo la cobranza de la cuota social y la gente que practica actividades. Nosotros nos podemos sostener, a otros se les hace más difícil, entonces quizá sean más vulnerables a esa avanzada.
-Hablamos de un tiempo de transición en Lanús, en AFA, caminos que lo tienen como protagonista. También el país vivimos un tiempo de incertidumbre, más que de transición. ¿En qué lugar se imagina a Nicolás Russo en 2019?
-Es bravo contestar eso (risas)…Esto es dinámico. En diciembre termina mi mandato en el club. Puedo seguir tres años más, en Lanús siempre hay unidad. En agosto nos volveremos a juntar y se decidirá que es lo mejor para el club. Vos también sabés que también hago política. Del club nunca me voy a separar, no me voy a ir, siempre estaré colaborando…
-¿Le gustaría ser el candidato a intendente de un peronismo unificado en Lanús o es muy apresurado hablar de eso?
-Sí, sí…Empecé en esto con Massa (Sergio). Nos puede ir bien o mal en una elección pero lo mío es ideológico también. Creo que Massa es lo mejor para el país pero creo que hoy se necesita una respuesta en común para esta propuesta de gobierno que no comparto. Soy peronista, seguramente voy a participar y claro que estamos trabajando para un peronismo unificado. Nosotros vamos a participar, si se logra una unificación mejor.